Los chicos de séptimo grado han realizado a partir de audiovisuales, análisis grupales e individuales de los mismos rescatando los valores positivos en cada uno.
“Los dos hijos de Francisco”
La
familia Di Camargo vivía en Brasil. Eran muy humildes, pero aun así el padre y
la madre siempre querían lo mejor para sus hijos y se esmeraban por ello.
Al padre siempre le gustaba la música, en eso
sus dos hijos mayores van al éxito, ese éxito los lleva de gira. Un día, unos
de los hermanos muere en un accidente de auto, dejando a toda la familia
triste. Uno de los hermanos menores Luciano decide cantar con Cese, los dos
terminan teniendo mucho éxito, poniendo a toda la familia orgullosa de ellos
dos.
Pasan
los años, Luciano y Cese siguen teniendo éxito, a pesar de todo lo que paso
estos últimos años.
La enseñanza que deja es, si tenés un sueño se
puede cumplir, y no es imposible.
Mariangeles Ladddaga 7°
“De la calle a Harvard”
La
historia se trata de una niña llamada Elizabeth quien tenía padres drogadictos.
Ella vivía con junto a su hermana; y su casa representaba el caos por el que
padecían siempre, sucia y dejada al igual que ellas.
Cuando iba a la escuela sus compañeros siempre
se reían porque no se bañaba, olía feo, estaba desarreglada, pero cuando la
maestra le tomaba un examen siempre sacaba buena nota a pesar de sus
inasistencias. La joven Elizabeth había encontrado la manera de estudiar de una
enciclopedia vieja y antiguamente en desuso.
Cierta
vez, su madre decide cambiar ya que los usos y abusos de drogas, alcohol y
malos tratos no le dejaban nada. Decide irse con las hijas a lo de su padre
quien también había contribuido al presente de su familia. Lizzi se niega a ir
y opta por quedarse con su padre.
Un día,
la policía va a su casa para llevarse a Lizzy al orfanato, su padre quien
estaba junto a ella no hizo nada a pesar del cariño que le tenía, dejó que se
la llevasen.
En el
orfanato no tuvo una mejor vida aunque sí aprendió a higienizarse. Ella como
otras eran víctimas de compañeras que siempre trataban mal, pegaban y se
desquitaban con el resto.
Pasaron los años y después de escaparse del
orfanato, ya con 15 años, decide ir a ver a su madre a quien encuentra con una
grave enfermedad que la acompaña, SIDA.
Ella
quiere ir a la escuela y allí conoce a una chica con la cual se hacen amigas.
Juntas emprenden una vida de calle con sus idas y vueltas.
Un día,
se da cuenta que terminará como sus padres y decide emprender la aventura de
estudiar a la noche y, tras una excursión a Harvard decide cuál será su futuro.
Sobresale en sus materias, logra adelantar años y destacarse ante el resto aún
siendo una joven que vive en la calle y duerme en subte.
Cierta
vez, a través de New York Times, logra ganarse ante un concurso nacional una
beca para nuevos estudiantes y es así como entra a Harvard y termina trabajando en un
gran diario.
La
enseñanza que deja es que Elizabeth tenía padres drogadictos, con una vida
horrible, salió adelante después de todos los años que tuvo que pasar. Ella
nunca se rindió.